Al fin conozco a otro guardian (Rhaegar)

Habia escuchado de algunos sirvientes al llegar el castillo de la aparicion de otro gran Youkai, Daiyoukai, entonces habia salido en su busqueda enseguida, lo primero que devia era saber si venia de manera hostil, no sabia nada de el y era obvio que necesitaba seguridad para mis tierras, las que alguna vez le pertenecieron a mi padre, ahora era el guardian de los vientos del este, Lord Sesshoumaru y no dejaria de serlo hasta mi muerte, solte un gruñido bajo, estaba cerca de aquel sujeto que tanto mencionaban, mis isntintos me lo gritaban, mis sentidos tambien, me detube entonces y alce la mirada al cielo, podia predecir que el atardecer estaba cerca o tal vez se estaba llevando a cabo, igual tenia un deber que cumplir, tambien pense en Boa, mi pequeña sacerdotiza, esperando que esta vez no saliera del castillo arbitraria mente, suspiro y sigo mi camino hasta poder llegar a donde esta el famoso daiyoukai, sintiendo su aroma mas cerca.

Había abandonado mi hogar en el norte para disfrutar de la suave caricia del viento bajo mis alas y contemplar la vida cotidiana de los habitantes del país. De pronto, el viento me trajo un olor que me resultaba familiar y mi poder me permitió escuchar una mente cuya esencia era al mismo tiempo cercana y lejana.

-¿Inu no Taisho? No, él lleva muerto mucho tiempo. -medité mientras dejaba que las corrientes sostuvieron mi cuerpo. -Tal vez sea...su hijo.

Descendí lentamente y me posé en la tierra, donde adquirí mi forma humana para dar a entender que no tenía intención de luchar.

Note como alguien decendia muy cerca de mi, senti su fuerte energia youkai y enseguida me acerque debia ser ese daiyoukai, ese que tanto revuelo estaba montando, lider de las tierras del norte, sonrei de medio lado cuando llegue a donde el, habia tomado su forma humana, lo mire muy serio y camine hasta donde el directamente, con mi mano en el mango de mi espada, preparado para cualquier cosa, lo analize con la mirada, esa fuerza de energia solo era comparada con la que alguna vez tuvo mi padre, antes de morir, puse una media sonrisa.

-Quien eres?

Fue lo primero que le dije sin pensar mucho, si el querria pelea no daria yo el primer paso ese lo tendria que dar el, por el momento solo hablaria.

Nada más aterrizar y transformarme en humano, un demonio de largo cabello plateado se aproximó a mí con una mano rodeando la empuñadura de una de sus espadas. No hizo falta ningún tipo de presentación para saber que se trataba del hijo de Inu no Taisho, Sesshoumaru.

-No pretendo luchar ni invadir tus tierras, Sesshomaru. -alcé las manos en señal de paz. Había escuchado que su poder era inmenso y no deseaba provocar un conflicto. -Mi nombre es Rhaegar, guardián del viento del Norte.

Asentí al escuchar sus palabras, la presencia antigua provenía de el, esa energía, era obvio que era cierto, sin embargo lo analice con la mirada mas de una vez, mostraba tranquilidad y paz en este momento, ningun animo de pelear pero no se podia confiar tan facilmente.

-Soy Sesshoumaru como bien has dicho, decendiente de Inu no taisho y nuevo guardian de los vientos del oeste, comprenderas que he de estar al tanto de todo lo que sucede y evitar cualquier conflicto al maximo...

Asenti con cuidado y le dije despues.

-Me gustaria llevar entonces las cosas en paz y tal vez tener su apoyo por si alguna batalla fuerte se presentara en el futuro.

Mientras lo miraba con mi rostro frio sin dejar filtrar ni una expresion de lo que pensaba o sentia en ese momento, retire la mano de la empuñadura de mi espada y la deje al lado de mi cuerpo, manteniendome bien alerta a todo.

Parecía que el demonio perro tampoco deseaba luchar aunque seguía manteniendo una postura defensiva que le permitiría reaccionar rápidamente ante un ataque.

-Los que tenemos a otras criaturas bajo nuestro cuidado debemos ser precavidos. -declaré sin mostrarme ofendido. -No pretendía alterar la calma de tus tierras, Sesshoumaru, únicamente estaba dando un paseo. He permanecido al margen del mundo durante mucho tiempo, pero puedes confiar en que seré tu aliado si la situación lo requiere.

Asiento escuchando sus palabras, sin dejar mi postura elegante y fría, deje por un momento de estar tan al pendiente y dije.

-El alboroto es porque no se ha tenido conocimiento de un guardián de los vientos tan antiguo desde lo de mi padre, mi madre aun estando viva no llega a tal grado de poder y a mi me falta mucho por aprender para llegar ahí.

Dije recordando la imagen de mi padre, el general del oeste, sin duda esas palabras eran reales, yo había cambiado mucho desde que tome las riendas de todo, no sabia si para bien o para mal pero si que había cambiado.

-He premanecido mucho tiempo oculto en mi territorio, ya que no soy una criatura especialmente combativa. -comenté con tranquilidad. -Aún así, siempre sentí un gran respeto por tu padre y sus poderes, además de su propio respeto por los humanos, un sentimiento que ambos compartíamos.

Recordé los largos vuelos que solía realizar antes de la aparición de Naraku. La imagen de un castillo que flotaba en el aire y la de su hermosa gobernante surgieron del pantano de mi memoria.

-Tuve algunos encuentros fortuitos con tu madre, Sesshoumaru. Debo decir que esa guardiana del Inframundo resultaba, y supongo que sigue haciéndolo, más temible que Inu no Taisho por su actitud de indiferencia hacia todo lo que ocurría a su alrededor. Parece que has heredado muchas cosas de ambos.