Vientos de cambio hacia lo desconocido...

*El humo se arremolinaba entre las copas de los árboles, llenando el aire de su aromática esencia a medida que el youkai avanzaba, fumando de una pipa entre la espesura del bosque rumbo a la aldea. Aún no podía verla, pero oía perfectamente el murmullo de la gente, y el sonido del riachuelo no muy lejos de allí.
Cuántos días había pasado viajando hasta finalmente terminar en ese paraje...había dejado de contarlos. En un principio, no había pensado para nada tomar el rumbo que decidió escoger, pero como siempre, la más ligera perturbación en el cosmos podía cambiar el curso de los hechos. Este era un buen ejemplo. Lo cierto es que se encontraba en la aldea para comprobar algo.
Desde hacía unos días, después de deambular por los alrededores, comprobó que en ese lugar había presencias que no eran normales. Y en efecto así era, porqué sus balanzas (Ver)y espada (Ver) que llevaba guardadas en la caja de madera colgada a su espalda (Ver), ambas herramientas especiales y ultra sensibles para captar todo aquello 'sobrenatural' que anduviera lejos de su propia percepción, no habían dejado de tintinear como si tuvieran vida propia, indicándole que en esa aldea había 'algo', aunque no podía identificar qué exactamente. Por eso se encontraba aquí, para indagar y, por qué no decirlo, 'curiosear' un poco. Tenía tiempo libre al fin y al cabo. Acababa de realizar un exorcismo no hacía mucho.
Aún en esos momentos, a pocos centenares de metros de la aldea (que ya podía vislumbrar) esos objetos mencionados anteriormente (balanzas y espada), no dejaban de reaccionar a las energías de la zona, sacudiéndose dentro de sus respectivos cajones y produciendo sonidos que, a campo abierto, se hacían bastante estridentes. El hecho de saber que allí podía haber algo... al zorro le parecía cuanto menos interesante*

-Asi que es aquí....No parece que haya nada inusual, veamos...

*Se dijo a si mismo en tono bajo y calmado y después de beber otra pipada de tabaco, mientras andaba ya entre las casas y caminos de ese pequeño pueblo, en calidad de 'investigador'. Seguramente alguien le oiría pronto, y eso esperaba. Por lo pronto, solo algunos aldeanos comunes se le habían quedado mirando y murmuraban entre ellos, a causa de su aspecto estrafalario. Más a él le daba exactamente igual, aunque le sorprendió lo 'acostumbrados' que parecían a las criaturas de su especie, youkai.*

off:

*Se había detenido un momento contemplando las casas de la calle en la cual estaba de pie. Cierto parecía que en esos momentos no había nada interesante allí, lo que le supuso un chasco*

-Vaya, parece que no tengo suerte...

*Se dijo compadeciéndose algo teatralmente y volviéndose a poner a andar con la intención de irse de allí. Más sus pies quedaron clavados en el sitio, porqué una ráfaga fortuita de brisa le había hecho oler un aroma que conocía muy bien: Sangre. Y no de un solo tipo, para ser exactos, lo que indicaba que el sujeto que se había impregnado de ella no era un rival común.
Además, sus pequeños utensilios guardados a su espalda volvieron a avisarle con temblores y sonidos de cascabel, confirmando que efectivamente había allí un ente sobrenatural. A causa de la presencia, decidió desandar el camino hacia el bosque, ignorando completamente a los aldeanos, y a medida que se acercaba ya pudo sentir el 'youki' de la persona que allí había. No parecía un ente maligno, y además podía advertir esencia humana mezclada en medio de toda esa energía. Eso apaciguó su tensión, pero aun así se mantuvo a una cierta distancia cuando se acercó más, observando hacia la espesura verde del arbusto donde la chica se había escondido para indagar sobre él. Taladrando el el verdor con la mirada, como si pudiera ver lo que había detrás, dijo, en tono calmado pero lo suficientemente firme como para que le oyera bien*

-....¿por qué no sales, y hablamos? Aunque quieras esconderte...tu sola aura, aparte de la sangre, canta demasiado, deberías saberlo...

*Esperó a lo siguiente que sucedería, no haciendo más que volver a tomar una calada de su pipa, y soltar el humo lentamente*

OFF:

*El cuanto la chica empezó a aparecer de entre el follaje, el demonio no la perdió de vista, siguiendo cada movimiento de ella con sus ojos del color de las turquesas. Se perdió por un momento en su aspecto, captando cada detalle. Le llamó la atención el hecho de que llevara un traje de sacerdorisa, el cual contrastaba dramáticamente con la sangre que salpicaba el 'Gi' blando. Toda una ironía, pensó el zorro para sus adentros. En un rápido escrutinio repasó todo el aspecto de la chica y una segunda cosa le llamó la atención, sus orejas. Hacía tiempo que no veía unas igual, y en cierto modo le gustaban porqué le recordaban a los de los gatos, seres que le tenían encandilado aunque jamás lo diría.
La misma chica le sacó de su momentáneo ensimismamiento con sus palabras, a las cuales el kitsune esbozó una media sonrisa, respondiendo*

-Precisamente, esta época es muy mala para encontrar la racionalidad...Los seres inteligentes brillan por su ausencia... *Dijo en tono aburrido, pensando en la cantidad de mononokes de poca monta que se había encontrado por el camino*

*Tomó una última calada a su pipa, y seguidamente dio con esta un golpe seco a su antebrazo para dejar que las cenizas cayeran, y así poder guardarla en la manga de su kimono. A continuación, salvó la distancia entre los dos y con calculada lentitud levantó la mano hacia la hanyou, con la intención de intercambiar un saludo cordial, de tipo occidental que hacía ya bastante tiempo había aprendido. Supuso que sería lo mejor para entablar conversación y averiguar con mas exactitud que era lo que estaba ocurriendo en la zona.
No le importaba que la chica tuviera las manos cubiertas de sangre. Él se veía más que acostumbrado y ese hecho no le molestó. Además parecía, por el momento, que podría entenderse con ella.*

-Kusuriuri...*empezó con cierto misticismo en su voz* Puedes llamarme de ese modo...Y no, puedes estar tranquila,...no me comeré a ninguno de los aldeanos...No son la carne que más me satisface.*terminó, burlón, deduciendo que por eso la chica se había tomado la molestia de pararse y quedarse a 'vigilarle'.

-...¿Quién eres?

*Inquirió seguidamente mientras esperaba a que la chica hiciese algo. Parecía que los objetos que portaba guardados ya se habían calmado, junto a la voluntad de su portador, ahora que estaban frente a la fuente del poder sobrenatural que habían captado, y sabían lo que era.*

Algo pensativa demostro algo de descontento ante la mirada del Youkai. Sabia bien que su olor y su presencia atraian muchos "amigos" pero no eran de muy buen agrado. Nunca le habia importado mucho su apariencia, aunque los meses que vivio con Seshomaru solia andar con Kimonos y Yukatas, el dia que volvio con su padre decidio a vestirse como su madre.
Pero se miro algo desacomplejada, y se noto un leve sonrojo lo cual la sorprendia a si misma. A las palabras respondientes del Youkai la sacaron del pensamiento y viendolo atenta, dejo llevarse por sus propios deseos de escapar.

Desatenta noto la proximidad de la mano del Youkai, escuchando sus palabras. Al parecer era amigable pero no de fiar aun, despues de todo era un desconocido.

Noto sus manos manchadas y no hizo movimiento alguno solo pronuncio algunas cuantas palabras.

_ Sayuri... Sayuri no Taisho_ dijo seria y sin responder al saludo_ Perdona si no doy mi saludo cordialmente pero..._ miro de reojo sus manos y pequeño y dio un pequeñop resoplido.

Miro poco a poco al Youkai ignorando las voces de algunos adeanos, nunca habia visto a alguien tan extraño e interesante sus facciones denotaban paz interna.

_Y tambien me disculpo por haberte interrumpido en..._ callo por un momento_ tan solo me disculpo, es muy extraño ver Youkais que se pasen de largo entre la gente y pues me parecio algo sospechoso.

Dando la espalda se decidio ir a buscar algun lugar para lavarse.
_Un gusto conocerte Kusuriuri pero e de retirarme para no causar bullicio entre la gente_ dijo ella mirando de reojo al joven

off: